
Zicatl – Tlan
En la costa oaxaqueña, donde la tierra conversa con el mar y el viento murmura entre cardones antiguos, nace un refugio con alma de cactus.
Tres módulos se elevan como geometrías sagradas —dodecágonos arraigados al suelo— inspirados en la piel sabia del desierto, en la memoria viva de la flora que habita esta tierra ancestral.
PUERTO ESCONDIDO MIXTECO
Los muros, hechos de tierra compactada, respiran con el entorno. Son piel y corazón del paisaje, contenedores del tiempo, guardianes del clima y la calma.
Sobre la fachada, la madera negra —marcada por el fuego con la técnica milenaria de yakisugui— resiste, brilla, canta con el sol. Una cicatriz bella que habla de transformación y permanencia.



